El acuerdo niega cualquier posibilidad de que Harry y Meghan puedan expresar lo que sienten sobre la cuarta temporada de The Crown que transita entre los años 1979 y 1990, exhibiendo situaciones incómodas para la realeza como la bulimia de la princesa Diana y el romance de Carlos con Camila Parker Bowles.
Hace unas semanas trascendió que el príncipe William, segundo en la línea de sucesión y hermano mayor de Harry, estaba “descontento” con la representación de sus padres en el drama y consideró que su familia está siendo “explotada para ganar dinero”, tal como señaló The Times. Sin embargo, Harry no puede mostrar su disgusto.
Según especificó The Mirror, el acuerdo multimillonario que firmaron Harry y Meghan con la empresa de streaming les prohíbehacer comentarios sobre la serie. De acuerdo con lo explicado por el presentador Mike Graham y la periodista Olivia Utley en talkRadio, hay un “conflicto de intereses”.
