En su peor momento del que se tenga registro, Trelew celebró su 137 aniversario en medio de un contexto de desempleo, inseguridad, falta de inversiones, vestigios de un parque industrial que supo ser el más importante de la Patagonia y una conducción política acéfala y sin ideas durante gran parte del mandato de Adrián Maderna.
“Hay un cúmulo de sensaciones en este momento tan emotivo porque es el último acto público en mi rol de intendente. Culmina una etapa de errores y aciertos”, deslizó Maderna, haciendo un escueto balance de ocho años complejos que llevaron a Trelew a uno de sus peores momentos de la historia.
En cuanto a la transición que lleva adelante junto al intendente electo, Gerardo Merino, Maderna pronunció que “queremos dejar el municipio lo más ordenado posible para la próxima gestión, una tarea en la que hemos estado trabajando durante este tiempo”.
Con respecto a los proyectos pendientes para Trelew, Maderna mencionó algunas obras emblemáticas que quedarán para inauguración, como la Circunvalación de la Oris de Roa, el Puente Hendre y el Acceso Norte.
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