“Me sorprendió mi mal nivel. Sin dudas jugué uno de los peores partidos de Grand Slam, al menos que recuerde. No es una sensación muy agradable haber jugado de esta manera, pero le doy todo el mérito a (Jannik) Sinner porque hizo todo mejor que yo en todos los aspectos del juego”, admitió Djokovic en la rueda de prensa posterior al partido.
El italiano, cuarto favorito en el torneo, se impuso por 6-1, 6-2, 6-7 (6), 6-3 en una de las semifinales del cuadro masculino.
Djokovic, diez veces campeón del primer “major” de la temporada de tenis, confesó que en ningún momento de la actual edición se sintió “cerca” de su mejor nivel: “En la mayoría de los partidos no jugué a la altura ni de la forma en que juego normalmente aquí en Australia”.
“Mi nivel de hoy me sorprendió porque pensé que no sería tan malo como en los dos primeros sets. No me sentí realmente yo mismo en la pista durante este torneo. Se puede decir que las semifinales son un gran resultado, pero siempre espero lo mejor de mí y no esto hoy”, amplió el número 1 del mundo.
El serbio no perdía en Melbourne desde los octavos de final de 2018 ante el coreano Heyon Chung ya que luego ganó el título en 2019, 2020, 2021 y 2023 y se ausentó en 2022 por su conflicto con las autoridades australianas, al no cumplir con la normativa del Covid-19.
Consultado por esa racha, que llegó a los 33 triunfos en fila, asumió: “Tenía que terminar un día. Al menos hice todo lo que podía en unas circunstancias en las que no jugaba bien. Perdí contra un jugador que tiene muchas opciones de ganar su primer Grand Slam. Esta ciudad es muy especial para mí, es el Grand Slam en el que he tenido más éxito. Espero simplemente que tenga la oportunidad de volver, al menos otra vez”.
Al repasar su partido, Djokovic entendió que no haber dispuesto ninguna chance de quiebre ante Sinner “dice muchas cosas”. “Lo primero es que él sirvió con una gran precisión. Yo, es difícil de decir… Hubo muchas cosas negativas en mi juego hoy: el revés, el desplazamiento, la derecha, el resto… Todo fue insuficiente”, detalló con autocrítica.
Pese a la decepción de la derrota, el número uno del mundo fue cauto al analizar si el resultado de hoy significa el advenimiento de un recambio generacional en el circuito: “Veremos, no lo sé. Mantengo ambiciones elevadas para los otros Grand Slams, para los Juegos Olímpicos y el resto de torneos en los que participaré”.
“Es solo el comienzo de la temporada y no es el sentimiento que he tenido habitualmente. Era una satisfacción comenzar la mayor parte de mis temporadas con un título de Grand Slam y de no haber perdido nunca en semifinales y en la final del Abierto de Australia. Esta vez es diferente. No he jugado un torneo a la altura de mis estándares, del nivel al que juego habitualmente o el que espero jugar. Pero esto no quiere decir que sea el principio del fin. Veremos lo que pasa en el resto de la temporada”, concluyó.