Ayer fue un día de furia entre el Gobierno nacional y un grupo de gobernadores, principalmente los patagónicos.
El presidente de la Nación amenazó abiertamente a los gobernadores que no acompañen la Ley Ómnibus alegando que “no recibirán un peso”.
Esto enfureció al gobernador Ignacio Torres y a sus pares patagónicos Alberto Weretilneck (Río Negro); Rolando Figueroa (Neuquén); Gustavo Melella (Tierra del Fuego); y Claudio Vidal (Santa Cruz).
“No tiren más de las soga, porque nosotros no amenazamos a nadie como hacen ellos: Nosotros producimos, nosotros generamos divisas para todo el país y tenemos que bancarnos que nuestras rutas nacionales estén hechas un desastre, que nuestros puertos de aguas profundas estén destrozados, y que encima vengan a decirnos que si no acompañamos sus decisiones nos van a dejar sin un peso para nuestros docentes”, cuestionó Torres.
El gobernador de Chubut aseguró que “estamos en un momento bisagra de la República Argentina, donde hay mucha incertidumbre, por eso es tan importante que existan banderas como la educación que nos unan a todos, independientemente de los colores partidarios, de las diferencias generacionales o de las distancias geográficas”.
Por último, agradeció “a todos los funcionarios provinciales que se pusieron a la espalda esta iniciativa, a los gremios ajenos al sector que supieron entender la necesidad de garantizar un aumento salarial especial para recomponer el salario docente, a los padres que se organizaron y que desde el día uno pelearon por la educación, y a todo el pueblo chubutense que nos respaldó en la decisión de garantizar que la prioridad de este gobierno sea siempre la educación de nuestros chicos y chicas”.