Mauricio Macri, uno de los fundadores del PRO, volverá a la presidencia tras una dura pulseada repleta de internas con la ministra de Seguridad y excandidata a presidencia en las elecciones 2023, Patricia Bullrich.
El “nuevo PRO” buscará revitalizar su imagen con las nuevas figuras ascendentes de la estructura, entre ellas, la del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien tomó un protagonismo estelar a nivel nacional en su pelea con el presidente de la Nación, Javier Milei, por la retención de fondos coparticipables que derivó en la justicia federal.
Torres consiguió el apoyo de gran parte de los gobernadores del país, pero también consiguió el apoyo de intendentes, diputados, senadores y dirigentes no solo del PRO y la UCR, sino también del peronismo.
En este escenario, Macri busca reconstruir los cimientos del PRO. El expresidente, que reunió el respaldo de la mayoría de los referentes nacionales de PRO y delegó las negociaciones en Fernando de Andreis, estará escoltado en el Consejo Directivo por Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y pupila del jefe porteño Jorge Macri, y el diputado nacional Damián Arabia, propuesto por Bullrich.
El secretario general será Facundo José Pérez Carletti, un alfil apalancado por Macri. “De los cuatro lugares más importantes, tres son de Mauricio y uno de Patricia. Ella tiene solo el 8% del partido”, se jactan cerca del expresidente.
También integrarán el Consejo Directivo los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut) -lo harán como titulares partidarios en sus provincias-, los intendentes Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) y los históricos dirigentes partidarios María Eugenia Vidal (CABA) y Diego Santilli (PBA). Tal como estaba previsto, Horacio Rodríguez Larreta decidió desmarcarse porque rechaza la alianza táctica con Milei. No puso reparos a la candidatura de Macri y no se irá del partido, pero tampoco pondrá dirigentes propios en la conducción nacional.