El sueño de acceder a la casa propia se diluye cada vez más, especialmente si para lograrlo se necesita de algún tipo de crédito hipotecario. Así queda reflejado en las cifras que muestran que febrero fue el mes con menor cantidad de préstamos destinados a la vivienda desde que se tienen registros oficiales.
El cálculo lo realizó el economista de Empiria especializado en temas de vivienda, Federico González Rouco, quien explicó que durante el segundo mes del año se reportó el nivel más bajo en el otorgamiento de créditos hipotecarios para personas físicas desde que el Banco Central comenzó a medirlo. La única excepción se percibió en abril de 2020, cuando se dispuso el confinamiento total por la pandemia de coronavirus.
En concreto, en febrero de este año se otorgaron 2,7 millones de dólares, muy lejos de los picos que se vieron entre 2017 y 2018, cuando se entregaron los créditos UVA y, según estimaciones del economista, el promedio rondaba los US$500 millones mensuales.
“El Banco Central mide el crédito hipotecario desde hace unos 80 años y desde 2002 empezó a desagregar el crédito hipotecario para personas físicas, que sería para familias, presumiblemente para viviendas. Tiene en cuenta a todas las entidades financieras –bancos y empresas- que prestan créditos a personas físicas y desde el 2002 hasta acá, este fue el peor dato”, explicó González Rouco en diálogo con TN.
“2023 fue el peor año en términos de crédito hipotecario sobre la economía. Estamos hablando de 2,7 millones de dólares, que son unos 27 departamentos de US$100.000 o un poquito más de un departamento por provincia”, ejemplificó. Y sumó: “El stock de deuda hipotecaria sobre el PBI en la Argentina siempre fue bajo en comparación con otro país. Los momentos más fuertes, como en los ‘90, fue del 5% del producto, que igualmente es bajo. Por ejemplo, Chile tiene 27%”.
Más allá de los bajos montos otorgados, la pregunta es quiénes pueden realmente conseguir esos préstamos. De acuerdo a los especialistas consultados por TN, se trata de casos muy excepcionales y que los créditos están “cerrados al público general”.
“Los bancos tienen desactivadas las líneas de crédito hipotecario. Pueden ofrecer puntualmente a clientes en muy contados casos. Se dan más créditos hipotecarios para empresas que lo garantizan a través de una hipoteca, pero que usan el dinero para fines empresarios, como inversiones”, describió el titular de Reporte Inmobiliario, José Rozados.
“El canal comercial activo para individuos está prácticamente desarticulado en la mayoría de los bancos. Esto pasa desde mediados de 2019 y hoy si entras a un banco y pedís por un crédito casi que te dicen que te equivocaste de lugar”, sentenció.