Se trata de un espacio de debate que, en el contexto actual, la economía azul emerge como un paradigma crucial que armoniza el crecimiento económico y social, con la preservación ambiental.
El presidente de CAPIP, Agustín de la Fuente, expuso en uno de los paneles, en el bloque dedicado a la “Actividad Pesquera Sostenible y Acuicultura”, en el que planteó la necesidad de “repensar la industria pesquera”.
Hizo un repaso de cómo era la actividad hace cuarenta años cuando se conformaba la entidad empresarial, y el proceso de mejoramiento de los marcos regulatorios. “La crisis de la pesca de la merluza de 1997 provocó una fuerte crisis social, y en ese marco nació la Ley Federal de Pesca 24.922 que en su primer artículo dice que se procurará el mayor aprovechamiento económico y social de los recursos naturales”, recordó.
En tanto, valoró que a lo largo de las últimas décadas se haya ido internalizando el concepto de sostenibilidad de los recursos. “Hoy contamos con un INIDEP, con biólogos e investigadores, que son los que más saben de las pesquerías y el estado de las mismas que nos permiten hoy tener un caladero sustentable”, subrayó.
“La Ley Federal de Pesca le dio certezas a los embarcados, a los clientes que están en la otra parte del mundo, al haber una cuota de pesca. Desde la conducción de las cámaras estamos en permanente contacto con la pata sindical, con los estamentos gubernamentales y trabajamos en el manejo de las pesquerías porque participamos de las comisiones de seguimiento, pero venimos viendo que es necesario repensar la industria”, enfatizó.
PESQUERÍAS CON CERTEZAS
De la Fuente sostuvo que “hoy tenemos certezas de los stocks que hay para pescar. Tenemos Captura Máxima Permisible de merluza hubbsi que hoy se puede pescar, después de venir de una crisis de la década del ’90 donde no se podía pescar más de 100 mil toneladas. Posteriormente, se cuotificó en 2009 y hoy estamos en 330 mil toneladas para poder pescar”, ponderó sobre el sistema de CITC.
“Después de 15 años estamos en plena etapa de renovación de cuotas, lo cual es algo para destacar. Argentina puede dar certezas de que cuidamos nuestros recursos y mostrarlo a los mercados globales”, mencionó al poner en valor la evolución que se ha tenido en la administración de las pesquerías en nuestro país.
Al repasar la situación de las especies, recordó que en los noventa “se pescaban 40 mil toneladas de langostino, solo dentro del golfo San Jorge. La política pesquera y el manejo del recurso resolvió avanzar en una veda permanente en el golfo y esto permitió que hoy se pesquen 200 mil toneladas de langostino para toda la industria pesquera”.