En la última década, los electores se vieron seducidos por candidatos y no por estructuras políticas. El sello partidario está en caída libre y muchos creen que atraviesa la senda de la vía de la extinción.
Libertario, peronista, kirchnerista, radical, pro, de derecha, centro derecha o izquierda ya no forman parte del léxico de los votantes. El elector elige candidato o referente de acuerdo a una serie amplia de parámetros, pero ninguna relacionada a su pertenencia política.
La grieta alimentada entre el kirchnerismo y el macrismo se desvaneció ante el surgimiento de Milei, un outsider de la política que llegó a la presidencia con apenas haber pasado por la Cámara baja del Congreso.
Un claro ejemplo de esto es la encuesta realizada por la consultora Vot/Si, que ubicó a Ignacio Torres con un 58% de aprobación de su gestión, pero con apenas 9,7% de apoyo al partido Despierta Chubut que lidera el mismo gobernador.
En esa medición, el volumen más alto de votos se lo llevó la respuesta “No sabe” o “Prefiero no contestar” con el 34 por ciento, ante la consulta a qué alianza votaría en las elecciones legislativas de este año, en las cuales Chubut renueva dos bancas.
Con el 33,2 por ciento se posicionó La Libertad Avanza, el partido que lidera Milei y su hermana Karina Milei.
Casi la mitad, apoyaría al kirchnerismo o Partido Justicialista en Chubut, que cerró la encuesta con el 17,6 por ciento.
El 9,7 por ciento dijo que votaría a “Despierta Chubut”, la estructura partidaria que tiene como líder a Torres.
El 5 por ciento escogería por otra alianza política, en tanto que el 0,5 por ciento votaría en blanco o nulo.
Una de las conclusiones de la encuesta de Vot/Si, asegura que “tanto el incipiente Despierta Chubut como el Pro están lejísimos de emular los números de aprobación del Gobernador”.