Se trata de Marcelo Javier Vargas, de 27 años, acusado de agredir a su expareja ocurrido semana atrás en Playa Unión. El hecho ocurrió, cuando la mujer se dirigía a su trabajo y fue interceptada por Vargas, quien la amenazó con un arma blanca y la hirió con un puntazo en el glúteo.
A pesar de contar con una medida de protección judicial y un botón antipánico, la víctima no pudo ser alertada de la presencia de su agresor, ya que este no llevaba la tobillera electrónica obligatoria. Vargas tenía prohibido acercarse a la mujer o mantener contacto con ella por un plazo de 90 días.
La procuradora fiscal, Janet Davies, solicitó la continuidad de la prisión preventiva durante la audiencia de control de detención realizada el viernes pasado, argumentando la existencia de peligros procesales, el desarraigo del imputado y su falta de compromiso con las decisiones judiciales.
Destacó que además los riesgos que podría ocasionar el hecho de cometer delitos similares y su falta de sometimiento a las disposiciones judiciales evidenciado en la actitud de quitarse la tobillera electrónica.
La jueza Breckle concedió lo solicitado por la acusadora ante la presunción de estar frente a un delito de amenazas agravadas por el uso de arma, en concurso ideal con desobediencia, a su vez en concurso real con lesiones leves agravadas, y desobediencia (2do. hecho al quitarse la tobillera electrónica) en carácter de autor. El próximo 27 de junio será revisada nuevamente la marcha de la investigación y la situación procesal de Vargas.