Además, sostuvo que el pontífice “no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás”, sino un servidor que camina junto a los fieles, en una Iglesia que combata la exclusión y el odio.
“Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas. Por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos”, expresó León XIV.
El nuevo papa pidió una Iglesia que “no se encierre en sí misma”, sino que abrace “a todos como una única familia”, según el deseo de Dios.