Tras dos semanas de una decisión que fue a contramano, a destiempo, bien lejos de esa cercanía que intenta alcanzar el Poder Judicial con la ciudadanía desde hace décadas, la efervescencia fue tal, que los propios ministros del Superior Tribunal de Justicia tuvieron que hacer una reunión virtual para dar marcha atrás con los escandalosos aumentos.
Las máximas autoridades de la Corte Provincial se habían incrementado sus gastos en forma unilateral y con subas de hasta el 60%. Esta medida descabellada en un contexto económico y social complejo, alcanza a Silvia Bustos, Ricardo Napolitani, Javier Raidán, Camila Banfi, Andrés Giacomone y Mario Vivas.
La Acordada 5500/2025, firmada por todos los ministros de la Corte de Chubut, dejó sin efecto los aumentos que se habían otorgado. Una vergüenza. Un papelón. La suba había dejado a los seis magistrados en un lugar vip: Tenían las dietas más altas del país de los poderes judiciales.
Lo tuvieron que hacer por la vía virtual, a través de Webex, porque debe ser complejo en estos días atravesar los pasillos del Poder Judicial después de haberse otorgado aumentos solo para ellos y en forma silenciosa.
Más allá de que retrotrajeron los aumentos (no por convicción, sino por el escándalo que se desató en Chubut), los pedidos de juicios políticos y denuncias seguirán su cause natural.