José Luis Espert sigue en el centro de la polémica. Mientras en la Cámara Baja crecen las presiones para que sea apartado de su banca, se abre el debate sobre el modo en que debería hacerlo. Algunas fuerzas de la oposición piden a viva voz su renuncia, pero otras se inclinan por impulsar su destitución por inhabilitación moral.
El diputado libertario, que ya renunció a su candidatura por la provincia de Buenos Aires y a la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, evalúa en tanto pedir licencia hasta el final de su mandato, que vence el 9 de diciembre.
En el oficialismo también hay debates internos. Están quienes creen que debería dar un paso al costado para permitir sacar el tema de la agenda política en medio de la campaña, mientras otra fracción, liderada por el presidente Javier Milei, puja por sostenerlo en su cargo y reforzar la estrategia en su defensa, apuntando a una operación kirchnerista.
Ricardo Alfonsín y Gustavo López, candidatos a diputados nacionales de Proyecto Sur, encabezan la avanzada de la propuesta para que Espert sea destituido. “Le pedimos a la Cámara de Diputados que no le acepten la renuncia y que sea destituido por inhabilitación moral”, dijeron este martes en un almuerzo de campaña. Para Alfonsín, el de Javier Milei “es el gobierno menos republicano desde 1983 a la fecha”.
A esta posición se suma la del radical Facundo Manes, que este miércoles insistirá con la expulsión directa de Espert de la Cámara Baja. “La aplicación de una sanción de esta naturaleza exige, por mandato constitucional, el voto afirmativo de las dos terceras partes de los miembros presentes, lo que refleja la gravedad y la excepcionalidad del acto”, planteó en recientes entrevistas radiales.
Para este sector, la relevancia de la imputación judicial -por lavado de dinero, según denuncias presentadas por Juan Grabois, por US$200.000 recibidos de Fred Machado en 2020- exige una respuesta contundente de la Cámara.
