Este sábado 11 de octubre, a las 17 horas, el estadio Ciudad de Vicente López será escenario de una definición cargada de historia y emociones. Deportivo Madryn, campeón de la Zona A, y Gimnasia y Esgrima de Mendoza, ganador de la Zona B, disputarán el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
El conjunto chubutense, dirigido por Leandro “Tano” Gracián, fue protagonista durante todo el campeonato con una propuesta ofensiva y sostenida en la búsqueda constante del arco rival. El estilo de juego refleja la impronta de su técnico, quien trasladó al banco la visión y el talento que lo caracterizaron en su etapa como futbolista.
Del otro lado estará Ariel Broggi, quien asumió el mando del Lobo mendocino en plena competencia tras la salida de Ezequiel Medrán. Desde entonces, el equipo se transformó: ganó los cinco partidos disputados en el estadio Legrotaglie, recibió apenas un gol y consolidó una identidad basada en la intensidad y el sacrificio.
DE LAS INFERIORES DE VÉLEZ A UNA FINAL POR EL ASCENSO
Gracián y Broggi se conocen desde chicos. Compartieron las divisiones juveniles de Vélez Sarsfield y, años más tarde, fueron campeones del Clausura 2005 bajo la conducción de Miguel Ángel Russo. Hoy, cuatro décadas después, vuelven a cruzarse, esta vez como entrenadores rivales con el mismo sueño: llegar a Primera.

“Tenemos al rival analizado. Conozco a Ariel, sé cómo piensa y cómo trabaja, pero no vamos a cambiar lo nuestro”, aseguró Gracián en diálogo con ADNSur. Broggi, por su parte, destacó la entrega de su plantel: “Este equipo sabe sufrir. Llegamos con sacrificio y convicción, y eso no se negocia”.
EL PASADO XENEIZE DE GRACIÁN
El Tano tuvo un paso destacado por Boca Juniors, donde fue campeón como jugador y luego como asistente técnico de Hugo Ibarra. Integró el plantel que ganó la Recopa Sudamericana 2008, el Apertura 2008 y el Apertura 2011. Ya como ayudante, sumó la Liga Profesional 2022 y la Supercopa Argentina 2023.
En 2024 asumió como entrenador de Deportivo Madryn y, con una campaña sólida, quedó a un paso del ascenso. Un año después, tiene la oportunidad de concretar ese objetivo frente a un viejo compañero de ruta.

El destino quiso que dos amigos de la cantera velezana se enfrenten, esta vez, por el sueño más grande del fútbol argentino: dirigir a su equipo en la Primera División.