Pedro Kreder y Juana Morales llevan casi dos semanas desaparecidos. Las posibilidades de encontrarlos con vida se reducen a medida que pasan las horas.
Lo llamativo es que, hasta el momento, no hay ninguna pista certera. No hay huellas, los drones no lograron identificar nada relevante, los perros tampoco dieron con pruebas que puedan dar un vuelco a la investigación y, en simultáneo, el misterio aumenta.
En este contexto, las tres hipótesis que manejan los investigadores y la Policía del Chubut son:
- Accidente o desmoronamiento del terreno: el Zanjón de Visser presenta una geografía frágil, marcada por cañadones y cuevas que pueden colapsar ante la humedad. La camioneta, hallada parcialmente hundida, refuerza esta teoría.
- Robo o intervención de terceros: la denuncia anónima señala que la pareja habría sido víctima de un intento de robo. La ausencia de teléfonos y el hecho de que Kreder y Morales jamás usaban caminos secundarios suman peso a esta hipótesis. “Mi papá no se desviaba. Si tomaron esa ruta, fue porque algo los obligó”, aseguró una de las hijas.
- Extraviados o atrapados en el terreno: una posibilidad más esperanzadora, aunque cada día menos probable, es que hayan abandonado la camioneta por una falla mecánica o el barro, y se hayan desorientado en la inmensidad del paraje.
