Este martes se cumplen 17 días de la desaparición de Juana Inés Morales y Pedro Kreder, una pareja de jubilados cuyo paradero es un enigma desde el 11 de octubre y genera preocupación en Comoro Rivadavia. Ahora las autoridades provinciales buscarán incorporar al operativo de rastrillaje unos drones subterráneos, que tienen la capacidad de obtener imágenes de zonas inaccesibles, un helicóptero, y caballos criollos para recorrer la zona.
La búsqueda de los jubilados se centra en los alrededores del Cañadón de Visser, un sector con un terreno abrupto y peligroso, caracterizado por rocas rojizas, grietas profundas, y una superficie erosionada y lodosa, propensa a la formación rápida de sumideros naturales.
“Estamos teniendo problemas con el traslado de los caballos. Conseguimos una persona que nos va a facilitar seis caballos criollos para recorrer la zona, pero necesitamos alguien que tenga un camión para poder transportarlos”, explicó este lunes a Comodoro24 Gabriela, la hija de Pedro.
En este sentido, lamentó que aunque recibieron la colaboración de vecinos para rastrear con sus caballos aquella zona, “la policía montada tampoco tiene cómo llevarlos”. “Apelamos a la solidaridad de la población que pueda disponer de un medio de transporte para poder trasladarlos y no retardar más el rastrillaje”, expresó.
Kreder remarcó que pese al paso de los días desde la desaparición de la pareja la familia no perdió “las esperanzas”. “Seguimos con las expectativas esperando que aparezca una pista para encontrarlos“, enfatizó.
“Seguimos como cuando empezamos, pero con la desventaja de todos estos días que han transcurrido”, consideró. No obstante, remarcó ser consciente de la gravedad del panorama y de que la edad de ambas víctimas era una “limitación” a tener en cuenta.
Finalmente, sostuvo que una de las líneas de investigación aún vigentes es la posibilidad de que los desaparecidos se encuentren en sumideros de la zona. “No se abandona esa idea, la brigada sigue creyendo que podrían estar por ahí”, determinó, pero agregó: “Yo sigo sosteniendo que mi papá nunca llegó manejando la camioneta hasta ahí”.
