En la Oficina Judicial de Rawson se realizó un debate oral y público en el que se encuentra imputado José Maximiliano Gagliardi, un marinero en situación de calle y con adicciones, acusado de intentar sustraer una mochila de un local comercial ubicado en la calle Vachina de la ciudad capital. Con numerosas denuncias en su contra, en esta oportunidad fue llevado a juicio por una tentativa de hurto. La sentencia será dictada por la jueza Eve Ponce antes del próximo jueves, dentro del plazo legal establecido.
El hecho ocurrió el 4 de marzo del año pasado, minutos antes de las 21, en el local “Almendra”, ubicado en Vachina al 200. Gagliardi fue detenido a pocos metros por policías que patrullaban la zona y que lo reconocieron por intervenciones anteriores vinculadas a situaciones de violencia en la vía pública. Antes de ser aprehendido, arrojó la mochila —de color azul— hacia el predio de un consultorio.
La comerciante víctima del hecho declaró en el debate. Manifestó que no quiere volver a ver al imputado y que se encuentra cansada por el tiempo transcurrido y por las cuatro reprogramaciones del juicio. Según indicó la procuradora de fiscalía Janet Davies, tampoco aceptó una instancia de conciliación.
Gagliardi evitó presentarse ante la Justicia en reiteradas oportunidades, provocando la suspensión de varias audiencias. Finalmente, fue detenido en Comodoro Rivadavia, donde pesaban sobre él múltiples pedidos de captura por desobediencias y rebeldías previas.
Durante los alegatos, la procuradora fiscal Davies destacó que nueve testigos declararon en el debate, entre ellos la persona que lo vio en flagrancia y colaboró en su detención. Afirmó además que no existían elementos para sostener que Gagliardi estuviera bajo los efectos del alcohol o las drogas al momento del hecho. Solicitó una pena de un año de prisión condicional.
“Gagliardi generó un enorme dispendio judicial, haciendo perder recursos y tiempo a todo el sistema. Incluso llegó 40 minutos tarde a la audiencia de ayer. Ha tenido numerosas oportunidades, pero sus continuas desobediencias y rebeldías nos traen hoy aquí”, señaló Davies.
Por su parte, el defensor Damián D’Antonio sostuvo que los antecedentes del imputado siempre correspondieron a hechos de escasa cuantía. “Es el borrachín del pueblo, pero no es un chorro”, afirmó. Cuestionó la detención, indicando que no existían imágenes ni filmaciones que acreditaran la sustracción, y sostuvo que el caso debió resolverse con una salida alternativa del conflicto. Pidió la absolución.