Este pintor de origen holandés mantuvo siempre en todas sus obras, o al menos fue su intento, el elemento figurativo. Su serie “Mujeres”, que se expuso por primera vez en 1953, con excelentes críticas del público y de los medios especializados, fue esencialmente diferente a todo lo visto hasta ese momento desde la aparición del expresionismo abstracto.
“ Mujer” es especialmente conmovedora como presencia pictórica desde lo formal . La pose frontal de la figura, las pinceladas que convergen hacia su centro-vientre lo destacan como el punto que irradia energía generativa.
El rostro más cerca del comic que del retrato tradicional, es una velada crítica al género del retratismo a través de una cuasi caricatura. De ahí la fascinación de las obras de Kooning de esa época, las cuales mantienen intacta la frescura de una visión totalmente novedosa, que no envejece con el paso del tiempo.