De la Vallina ocupa el tercer lugar en la lista de concejales que llevó el intendente Adrián Maderna cuando logró la reelección en 2019, pero desde el vamos fue reemplazado por el primer suplente, Oscar Villarroel, en común acuerdo con la agrupación Miguel Falcón que conduce el justicialista Alfredo Béliz.
La renuncia de De la Vallina, que se conoció esta mañana, tomó por sorpresa a la agrupación de Alfredo Béliz, quien por estas horas llamó a una reunión con referentes de su espacio político, entre ellas a la diputada provincial Gabriela De Lucía.
Al parecer el acuerdo de Maderna con Béliz consistió, desde un primer momento, en que Villarroel mantendría su banca en el Concejo Deliberante, excepto que hubiera una “ruptura política”, dijeron las fuentes.
Si De la Vallina ocupa su banca en el Concejo Deliberante –todo parece indicar sí lo hará-, sería interpretado como un gesto de ruptura política con el sector de Béliz, con el que ya saltaron diferencias a nivel local y provincial.
De la Vallina es el segundo secretario de la primera línea de Maderna en renunciar este año. El ex titular del área de Desarrollo Social, Héctor Castillo, ocupó su banca en el Concejo Deliberante, en reemplazo de Exequiel Perrone, quien también era suplente al igual que Villarroel.
Cabe recordar que fue Perrone quien reemplazó a Castillo, si bien la segunda en la lista de concejales suplentes es Sandra Tribuzio, del lucifuercismo.
MOVIMIENTOS EN LA LEGISLATURA
El posible desembarco de De la Vallina en el Concejo Deliberante, se da en un contexto de reacomodamientos al interior del sector de Adrián Maderna y en los bloques de la Legislatura rumbo a los próximos desafíos electorales.
Los diputados madernistas Leila Lloyd Jones y José Giménez fijaron una clara oposición al gobierno de Mariano Arcioni desde que se desprendieron del bloque oficialista, mientras que la legisladora Gabriela De Lucía, quien reporta a Béliz, se mantuvo alineada con el gobierno provincial.

El fallecimiento de Tirso Chiquichano hizo que Maderna pierda un diputado en el parlamento provincial, y ahora -lejos de sumar a la causa madernista-, De Lucía se mantendría dentro del oficialismo.
REPERCUSIONES POLÍTICAS EN TRELEW
En el plano local también hubo algunas diferencias entre el oficialismo y el sector de Béliz. En principio, Villarroel creó un bloque propio que, si bien identificaba con el oficialismo provincial, estaba alineado con el intendente Maderna, producto de aquel acuerdo.
Villarroel preside la comisión de Planeamiento, un área estratégica del Concejo Deliberante, que este año deberá tratar los próximos convenios de obra pública con el Gobierno Nacional, cesiones de tierras y loteos municipales, entre otros temas sensibles que van a requerir una mayoría especial.
A finales del año pasado, el madernismo en el Concejo sancionó la ordenanza que le cambiaba el nombre a la calle Julio Roca, con el respaldo de sectores progresistas y de izquierda. El Intendente tuvo que dar marcha atrás con esa medida frente al reclamo de los vecinos. Villarroel se abstuvo de acompañar esa iniciativa en el recinto, lo que generó cortocircuitos al interior del bloque oficialista.
En el equilibrio de fuerzas en el Concejo, el madernismo podría llegar incluso a perder la mayoría dependiendo de lo que hagan Olga Godoy y Virginia Correa, del Chusoto, y el propio Sebastián De la Vallina, que habrá que ver si sigue alineado con el oficialismo o arma un bloque propio.
La inminente salida de Villarroel del Concejo también podría traer consecuencias en el plano sindical. Las tensiones de Maderna y Béliz se desatan en un momento político en que el secretario general del gremio de Empleados de Comercio está reorganizando la CGT del Valle, que se encamina a elegir un triunvirato con los principales líderes sindicales.
Si Maderna se aleja de Béliz esto podría repercutir en la relación del Intendente de Trelew con los gremios, en un año de definiciones electorales al interior del Justicialismo.