A solo ocho horas de haber iniciado el 2023, los candidatos de los principales partidos políticos de Chubut, lejos de relajarse y de aprovechar las amenas temperaturas del verano y los excéntricos paisajes que rodean de norte a sur y de este a oeste la extensa Provincia como los cientos de kilómetros de playas o la inmensidad de la cordillera, levantaron la copa, brindaron, pidieron sus deseos y empezaron a delinear el mapa electoral que tendrá mucho en juego.
Lo que está en juego no es ni más ni menos que el poder real de Chubut: El sillón de Fontana 50, las intendencias y el manejo en la Cámara de Diputados y los concejos deliberantes.
El gobernador Mariano Arcioni se tomó días de licencia y cuando retome el mando, firmaría el adelantamiento de las elecciones. Si bien hubo “un acuerdo de palabra” entre el máximo mandatario de Chubut, el vicegobernador Ricardo Sastre y el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, lo cierto es que por el momento no hay nada concreto.
Y menos en un escenario repleto de celos, egos y desconfianza. A pesar de la incertidumbre, todos los candidatos trabajan en un escenario de adelantamiento de elecciones que sería en mayo, porque en abril, técnicamente, no dan los tiempos para resolver las internas, depurar los padrones en caso de que la selección de postulantes en los diversos partidos sea abierta, armar en todas las localidades y realizar una campaña “medianamente seria”.
Sobre la escasez de tiempo, un dirigente que estará en la vitrina electoral lo resumió perfectamente a Metadata: “Brindamos y salimos a recorrer la Provincia para comenzar a armar en cada ciudad y localidad”.
No habrá vacaciones. Y muchos, como el caso de los intendentes Luque de Comodoro y Damián Biss de Rawson, tendrán que delegar responsabilidades en sus municipios varios días para poder concentrarse en el armado y en la campaña.
El verano será frenético. Primero habrá reuniones tanto en el Frente de Todos, como en Cambiemos y en el resto de las estructuras partidarias que competirán en las elecciones, para fijar las reglas de juego de las internas.
Después, continuará la etapa más álgida de todo el proceso, que serán las internas: Aparecerán grietas, alguna que otra “campaña sucia”, redes sociales inundadas de críticas a los dirigentes que se sometan a este filtro electoral y, posiblemente, haya denuncias vinculadas a irregularidades en las votaciones internas de los partidos en los que haya más de un candidato.
Más tarde, con los candidatos ya definidos por cada partido, vendrá el tiempo de la “rosca” y los “acuerdos”, donde, como ocurre siempre, habrá heridos, disgustados y dirigentes que quedarán “colgados del pincel”.
Por último, llegará el tiempo de la campaña. Habrá poco tiempo para recorrer un territorio extenso. En ese periodo, comenzarán a asomar mensajes de que tal o cual candidato no pasó por su localidad o por una determinada institución. Habrá algún pase de facturas de intendentes, concejales y militantes de que sus candidatos no le dedicaron el tiempo suficiente a esa ciudad, localidad o comuna rural.
Lo cierto es que no habrá tiempo si las elecciones finalmente se adelantan como está previsto que ocurra.
LA JUSTICIA ELECTORAL ESPERA SEÑALES Y QUÉ PASARÁ CON LAS INTERNAS
Otro de los temas que preocupa no solo a los partidos sino también a las autoridades electorales en el calendario comprimido y el margen de maniobra para efectuar todos los pasos administrativos que requiere el cambio de reglas como fue la eliminación de las PASO.
El Poder Judicial inició hoy la feria ordinaria que se extenderá hasta el 31 de enero de 2023. Esto, lógicamente, suma mayor complejidad a la hora de acelerar los tiempos.
Si bien hay guardias permanentes, la cantidad de empleados baja en forma considerable.
Hasta el viernes 6 de enero o lunes 9, no habrá certezas sobre si Chubut adelanta o no las elecciones. En ese lapso, Arcioni retoma el mando del Ejecutivo y hasta esas fechas, el Tribunal Electoral Provincial (TEP) no tendrá certezas.
Si Arcioni estampa la firma para el adelantamiento de las elecciones, los partidos políticos deberán resolver las reglas de juego puertas adentro. Pero primero, deberán constituir las alianzas para redactar una carta orgánica única que rija a todos los partidos que participan de esa alianza.
A partir de ahí, cada alianza definirá sus reglas. Por ejemplo, si hay internas abiertas o cerradas.
Por ejemplo, puede darse el caso que en lo que es hoy el Frente de Todos, decidan que los candidatos se definan con la participación de afiliados y las personas que no están comprometidas partidariamente, mientras que en Juntos por el Cambio, determinen que la definición de sus postulantes sea exclusivamente a través del voto de los afiliados. O puede darse a la inversa.
Cada alianza definirá sus reglas y ahí también comienza una puja de poder. En lo que es hoy el Frente de Todos (mañana podría ser otro nombre) podrían coincidir no menos de siete partidos: El Partido Justicialista (PJ); el Partido de la Victoria; el Frente Renovador; el partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET), el Partido Socialista Auténtico (PSA); el Partido de Acción Chubutense (PACh); y Chubut Somos Todos.
A estas estructuras, podrían sumarse partidos vecinales en algunas ciudades. No será sencillo, principalmente por la falta de tiempo.
Si hay internas abiertas, el TEP deberá instrumentar en tiempo récord el armado de un padrón actualizado por las nuevas personas que ya están en condiciones de votar, las que ya no pueden emitir el sufragio por diversas características y los cambios de domicilios, entre otros.
Surgen varios interrogantes. ¿Podrá el Tribunal Electoral Provincial actualizar el padrón en tan poco tiempo? Pero la pregunta del millón es: ¿Por qué eliminaron las PASO, si los principales candidatos se mostraron a favor de internas abiertas?
El verano será al rojo vivo en materia política. Los teléfonos no dejarán de sonar un segundo, principalmente, una vez que Arcioni decida si adelanta o no las elecciones.
Si anticipa los comicios, no habrá tregua. No habrá descanso. Todo será a contrarreloj y en forma verborrágica. Porque lo que está en juego será el poder en Chubut.